Con un manejo sostenible pleno de los 28 millones de hectáreas de tierras de producción forestal permanente, el sector forestal podría generar más de 126 mil empleos, cuadruplicar su aporte al PIB y consolidarse como un motor estratégico de la economía nacional hacia 2030.
El sector forestal boliviano se consolida como el segundo motor más importante para la recuperación económica del país, según un estudio elaborado por la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (CAINCO) a través del Centro Boliviano de Economía (CEBEC) en el marco del Foro Económico 2024 “Propuestas que suman”.
El análisis revela que, el país cuenta con 28 millones de hectáreas para la producción forestal permanente, de las cuales sólo 11 millones están bajo producción. Las proyecciones realizadas por CEBEC indican que, con una activación plena y sostenible, el sector forestal podría generar más de USD 1.200 millones netos de divisas anuales hacia 2030, desarrollar 18 mil nuevas unidades productivas, crear 126 mil nuevos empleos, y cuadruplicar su aporte al Producto Interno Bruto (PIB) hacia 2030.
Pablo Mendieta, director del Centro Boliviano de Economía (CEBEC) de CAINCO, subrayó que estos datos significan que el sector forestal tiene un amplio margen para incrementar la producción bajo esquemas de manejo responsable. “El sector forestal se destaca como un pilar estratégico para la recuperación económica porque combina el alto potencial productivo y sostenibilidad”, afirmó Mendieta.

El estudio acentúa que esta recuperación depende de la implementación de políticas estratégicas, acceso a financiamiento, fortalecimiento institucional y estándares de producción amigables con el medio ambiente, para asegurar que el sector forestal no solo impulse la economía, sino que lo haga de manera sostenible y diversificada.
Pedro Colanzi, presidente de la Cámara Forestal de Bolivia (CFB), señaló que, para lograr este crecimiento, lo indispensable es tener seguridad jurídica para garantizar la viabilidad de cualquier actividad empresarial. “Lo principal es que el Estado debe garantizar que los suelos/tierras, sean asignados a actores en función de su capacidad de uso mayor. Además, se deben aprobar mecanismos de financiamiento acorde a las necesidades sectoriales de manejo de bosques y de plantaciones forestales, y establecer mecanismos de orden técnico y administrativos que eliminen toda posibilidad de burocracia innecesaria”, enfatizó Colanzi.
El estudio también destaca que, actualmente, el sector forestal emplea directamente a 90 mil personas e indirectamente a 210 mil. Sin embargo, en un escenario de expansión, el sector tendría la capacidad de multiplicar por diez los ingresos actuales (que rondan los USD 100 millones anuales), aportando estabilidad a la balanza de pagos y fortaleciendo las reservas internacionales del país.
“El impulso al sector forestal no solo representa una oportunidad para diversificar la economía y crear empleo, sino también una fuente estratégica de divisas frescas que contribuiría a la sostenibilidad macroeconómica de Bolivia en el mediano plazo”, afirmó Mendieta.
Otro factor que se destaca es la sostenibilidad ambiental, la producción formal en Bolivia se realiza bajo prácticas amigables con el medio ambiente, evitando la deforestación y las quemas ilegales que contribuyen a la emisión de dióxido de carbono. “Se debe considerar al manejo de bosques como el mejor mecanismo para luchar contra la deforestación ilegal y los incendios forestales. Es manejo sustentable es un aliado de la conservación y protección de los bosques”, aseveró Colanzi.
Con la implementación de estas estrategias, el sector forestal podría convertirse en un motor estratégico, junto a otros cinco sectores (agroindustria, pecuario, turismo, servicios y combustible), para cerrar la brecha de divisas y generar recursos adicionales que podrían superar los $us 5.000 millones hacia 2030, consolidando su papel como uno de los pilares de la recuperación y el desarrollo económico de Bolivia.